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Para Dionisio Barroso, un inventor es todo aquel a quién el Espíritu Santo les ha regalado un «chispazo» de su sabiduría e inspiración emanados y nacidos de sus Siete Dones magníficos…Dios…apiadándose siempre de la Humanidad, escoge a estos seres privilegiados para hacer avanzar en todas las capas de la Humanidad, para que puedan alcanzar las cotas y límites más altos del progreso humano.

En mi opinión, la advertencia de Miguel de Unamuno, aquel que dijo de.»Que inventen ellos…», refiriéndose a las empresas y países competidores, no deja de ser una expresión desafortunada, chata, miope y ridícula…países ricos: aquellos que tienen grandes y numerosas Patentes registradas; o países pobres: todos aquellos que están en el otro extremo…¡Cómo se ve que él nunca tuvo un negocio ni registró tampoco ninguna Patente! Lo sé, porque en cambio yo, he tenido varios negocios y he registrado varias Patentes.

Todos los inventores, sin excepción, son también una especie de Reyes Magos, que traen para la humanidad la felicidad de todas sus gentes, todo el oro, todo el incienso y toda la mirra de sus esfuerzos, conocimientos, sufrimientos y sabiduría para el progreso y felicidad de todos los habitantes del nuestro querido Planeta Tierra!

Firmado: Dionisio Barroso Alcántara.

Dionisio Barroso Alcántara nació en 1933, en el bonito pueblo de Sierra de Fuentes, de la provincia de Cáceres, en su querida Extremadura, España. Pasados los 80 años y luego de una vida llena de experiencias empresariales, a un lado y otro del Atlántico, nos sorprende, a última hora, con dos extraordinarios inventos debidamente patentados y premiados.